martes, junio 15, 2004

Universidad Invisible

La horca. Eso es lo que se merecen los responsables de la patética campaña publicitaria televisiva que llevan a cabo las 3 Universidades
Invisibles de esta santa Región.
Parece que la escasa afluencia de público a los espectáculos que ofrecen preocupa a más de un Mago Invisible de los que por ellas deambulan.
La Magia, que en otro tiempo llenaba sus pasillos y aulas, sus bibliotecas, los laboratorios y, ante todo y sobre todo, sus cafeterías, parece haberse retirado a otro lugar, pero ¿por qué? ¿por qué ya no hay aprendices en la Universidad Invisible? ¿Dónde están? ¿Por qué ya no vienen? Nadie lo sabe.

Hace años elgrupo de novocios de la Universidad Invisible, que vaticinó la llegaba del Hado adverso en forma de descenso demográfico que sería el desencadenante del Mal, fueron objeto de burla pública por parte de los cancilleres Magos. Pero los estudiantes sabían muy bien lo que decían y se retiraron con la mirada del que sabe que, antes o después, estarán a sus pies dándole la razón...

Durante décadas los Cancilleres Magos se habían dedicado a mirar más por sus bolsillos que por enseñar el noble arte de la Magia. Las materias que se estudiaban no eran acordes a los tiempos que corrían (Cabezoneria sustituyó a Hechicería, Demagogia a Levitación III, ...) no por que los Magos no supieran adaptarse sino por que, ocupados como estaban en sus rencillas internas y en intentar sacar el máximo de dinero de los estudiantes, se descuidaron cada vez más, y más y más... Hasta que los estudiantes se empezaron a marchar.
Al principio eran pocos los que tomaban la decisión, no preocupaban en las estadísticas. Después fueron cientos, miles...

Los Magos, asustados ahora de verdad, intentaron hacer virar el rumbo gastándose ingentes cantidades de dinero y hechizos en hacer la Universidad Invisible más bonita y vinieron Sabios de lugares lejanos con la intención de resolver el problema. Vinieron arquitectos y poderosos Magos de la Orden de los Contables. Se firmaron alianzas con poderosas Organizaciones Comerciales que, aunque no conocían los secretos de la Magia, eran poderosos con el dinero.

La Universidad se llenó de albañiles que cumplían a rajatabla los bocetos de los Magos, Contables, Arquitectos y demás gentes afanadas en recuperar el antiguo esplendor...

Pero la Magia había huido ya mucho antes y se había refugiado en las mentes de aquellos Magos y aprendices de los que, un día, hicieron mofa.

(continuará)