Ahora sí que sí.
Resulta que el 24% de los Licenciados de la Universidad Invisible no tienen trabajo. (Hombre, no está tan mal, sólo un 24%), claro que haría que ver a qué se dedican el otro 76%.
Veamos, del 76% restante pongamos que un 6% son hijos de un poderoso mago que les ha buscado un curre que te cagas, rescatar princesas en apuros, hechizos para reyes y príncipes, etc.
Un 10% se ha buscado la vida lo mejor que ha podido husmeando por aqui y allá, con una dosis considerable de suerte, tienen un trabajo digno: una línea 806 de adivinar el futuro o, simplemente una consulta propia de Cabezoneria General con un diván negro.
El otro 59%, es decir, la mayoría, son esa gente que te atiende en la caja del súper, en el Mc Burger Queen, los que descargan el camión de piezas metálicas, el que está en Londres haciendo camas en un Hotel Pestilente (Hotel estándar para extranjeros en paro de Gran Bretaña), en Canarias en la cosecha del coco datilero, el que está sin contrato intentando hacer algún hechizo (o rezando simplemente), bueno y también está ese porcentaje que sobra del 1% que preferiría estar muerto antes que trabajando.
Resumiendo (que ya lo dijo el que escribió la Bíblia):
Ven a la Universidad, verás Mundo...
(Y tanto)