Bueno, lo que era un secreto a gritos desde hace unos meses trasciende, por fin, a la opinión pública. Es un hecho importante no cabe duda. Un monarca instalado para asegurar la entrada de España en la órbita de los EEUU a finales de la década de los 70 sostenido económicamente desde los países árabes por monarquias colocadas a dedo por esos mismos EEUU. Y se va en un momento de cambio potente, a todos los niveles, el pais está en un momento muy delicado con una deuda externa elevada y una tasa de paro que no permite lograr ingresos para pagar esa deuda.
Lo único que se les ha ocurrido es inventar un conflicto independentista inexistente con Cataluña para que, ahora, el nuevo Rey pueda solventarlo por arte de magia y así, todo el pueblo apruebe y de el visto bueno. Lo mismo que, en su día, representó el 23F para la imagen de Don Juán Carlos.
De todas formas, la tarea del futuro monarca es más simple, ya no hay que entrar en la UE, ya no hay que entrar en la OTAN, ya no hay que sembrar el país de bases militares americanas etc etc. Simplemente hay que mantener el compromiso de pago de la deuda externa y ya está.
