Un día más inmerso en la vorágine consumista de la Navidad. Veo la tele, pasan los años, las cadenas cambian y los politicos no, pero los anuncios de TV no cambian en nada de nada. A las niñas se les ofertan las muñecas lloronas y a ellos los superheroes-villanos-amantesdelmalyla destrucción. Las colonias siguen siendo un anuncio erótico en el que para transmitir que una colonia huele bien es necesario que al menos un tio y una tia se restrieguen medio desnudos el uno contra el otro. Bombones a toneladas para incrementar más el azúcar en sangre en estas fiestas y los clásicos del champagne con sus burbujas en plan abstracto. El chaval este que siempre llega a casa por navidad pero que este año viene en plan scout (debe venir de lejos) y el señor calvo de la lotería que sigue paseando por el mundo arreando dicha a diestro y siniestro mientras suenan los violines que, por cierto, ¿quién los toca?
El Noel verde de Amena que ahora se te acopla en casa a cenar, y el Rojo que seguro que no se queda atrás, los pajes, el ratón Pérez... Al final entre renos una cosa y otra siete más a cenar el día 24.
Ah, y no nos olvidemos del super negocio de estas fechas, anuncios de ¿ONG's? con nombres como Asociación para la erradicación de la Pobreza en Guinea Bissau o Divisas sin Fronteras hacen su agosto aprovechandose del consumismo generalizado y de ese "sentimiento de culpa" que inconscientemente tenemos al pensar en los que no tienen tanta suerte como nosotros.
Buenos días.
