He leído hace poco por ahí que el Fin del Mundo de todo hombre llega cuando los cuatro jinetes del Apocalipsis, a saber: la mili, el Matrimonio, Hipoteca y Suegra; hacen su aparición. Dicha afirmación parece ajustarse bastante bien a la realidad, salvo por el dato de la mili que ya ha "desaparecido", y lo pongo entre comillas por que lo de desaparecer es muy relativo. Bien sabido es por todos aquellos que se dedican a la ciencia (y por otros que se dedican a artes menos nobles) que las cosas no desaparecen por que sí, sino que, simplemente, se transforman (o bien cambian de ubicación hacia donde no podemos verlas). En función de como se lleve a cabo este cambio (es decir en función a si nos ven cambiar las cosas de sitio o no) podrán nuestros congéneres clasificarnos en 4 grupos: Ladrón inepto (lo ven cambiar las cosas de sitio y le zoscan), Ladrón astuto (no lo ven cambiar las cosas de sitio), Político (lo ven cambiar las cosas de sitio pero no le zoscan), Copperfield (hacer creer a la gente que has movido las cosas de sitio hacia otra dimensión pero te las has guardado en el bolsillo).
Pues bien, lo de la Mili va en el cuarto estante, con el David Copperfield. Parece haber desaparecido del mapa pero no, en realidad sigue ahí. Ahora no es obligatoria para todos, cierto, pero cada día más, es una única salida que encuentran miles de personas ante la falta de otro empleo estable, es decir, se ha convertido en obligatoria para muchos que no tienen otra cosa. Este año nuestro santo pais se ha gastado en Defensa un 30% más que el año pasado (no aparece en los presupuestos oficiales) pero nuestras Cruzadas en Oriente tienen un precio. Esperemos no llegar a convertirnos en algo que no quisieramos ser.