martes, octubre 14, 2008

La Ilíada

Este mundo pare a diario personajes cuyas historias deberían ser contadas como poco durante los próximos 4000 años para que nuestros descendientes aprendieran que, fuesen como fuesen las cosas, nunca estarían tan tarados del cráneo como lo estamos en este siglo.
Pues el tema es que hace dos días la guardia civíl dió el alto a un señor que conducía un autobús, que tuvo una empresa de autobuses, que toda su vida ha conducido autobuses.... Peeeeeero! ¡No tiene carnet para autobuses! Ah, bien, un fallo lo tiene cualquiera, igual tiene el de camión... ah pues no. Sólo tiene el de Scooter. Bien, bien... Imagino el jeto del Guardia Civíl a medio camino entre el verde uniforme y el Lila "vamos a tener bronca".
Nada, que detienen al señor este que llevaba a unos jubilados por Sanxenxo de vacaciones, habían venido desde Valencia... 1000 km y tal (como habría hecho 100 veces en el pasado). En esto el señor se cansa de los cambios de color de la autoridad y se fuga... (así así tú arregla las cosas). Claro imagino la cara del guardia civil en un tono cercano ya al Rojo "Apocalipsis".
Al final nada, pelillos a la mar el piloto de scooters ascendido a capitán de navío este se presenta en un juzgado para hacer las paces. Mientras tanto los jubilados dolidos por la pérdida de su buen conductor que les ponía cancioncillas en el cd y animaba las largas horas en bus, esperan a que otro conductor, este sí con diploma oficial confirmado por triplicado (que, por cierto, se olvidó los tacógrafos por el camino), les lleve de vuelta a la ciudad del Turia.
Y digo yo: Si este señor llevaba toda la vida viviendo sin problemas, con su autobús para todas partes y nadie se había dado cuenta... ¿Para qué existen los carnets? Creo que se demuestra que para nada, ¿no? Y, a todo esto, ¿os habéis preguntado la titulación que tiene el piloto del avión cuando os subís? ¿Sabrá de verdad llevar un trasto tan grande?