En estos días los aficionados al motor estamos de suerte. Hemos podido ver, con apenas 24 horas de diferencia, proclamarse campeones del mundo, cada uno en lo suyo, a dos deportistas de esos que marcan al deporte que practican.
Hablo del francés Sebastien Loeb y del italiano Valentino Rossi que vuelven demostrar de que se puede ser capaz en esto de correr. El uno gana su sexto mundial consecutivo (ayudado por Daniel Elena, su copiloto) y el otro gana su noveno mundial de motos. No está mal el palmarés.
Vaya desde aquí mi admiración y mi enhorabuena. Ahora a ver si para el año, los demás, se ponen un poco las pilas y ofrecen algo de alternancia en la porra, sino esto no tiene gracia.
Hablo del francés Sebastien Loeb y del italiano Valentino Rossi que vuelven demostrar de que se puede ser capaz en esto de correr. El uno gana su sexto mundial consecutivo (ayudado por Daniel Elena, su copiloto) y el otro gana su noveno mundial de motos. No está mal el palmarés.
Vaya desde aquí mi admiración y mi enhorabuena. Ahora a ver si para el año, los demás, se ponen un poco las pilas y ofrecen algo de alternancia en la porra, sino esto no tiene gracia.
