lunes, julio 27, 2009

Brüno

Hacía ya tiempo que no iba al cine y me lo pasaba bien. Esta vez tengo que reconocer que la película en cuestión es de las que no deja indiferente a nadie. Desde quien se puede marchar de la sala a los 5 minutos hasta a los que nos parece de las mejores que se han hecho en el apartado de denuncia social, pasando por quienes la vean como otro experimento más. Todas las opiniones tienen cabida. Eso sí, recomiendo quedarse hasta el final. Merece la pena.
La propuesta de Sacha Baron Cohen, si bien no llega a la cota de Borat, su anterior trabajo, sabe colocar en el punto de mira a un sinfín de gentes a los que somete a situaciones en las que el fino hilo que separa la cordura de la destrucción, en más de una ocasión, se rompe.
Pues nada, os animo a que, para una vez que hay algo distinto, la veáis.