Israel. ¿Todo vale?

Parece ser que Israel tiene por costumbre saltar a la pizarra cada dos años por algún atropello que otro contra el resto del mundo. Si hace dos años nos sorprendió con la devastación de los territorios palestinos en una operación militar a gran escala, en la última semana, vuelve a la carga (nunca mejor dicho) asaltando en aguas internacionales una flota de ayuda humanitaria con destino Palestina, causando varios muertos.
Evidentemente, las críticas han hecho blanco en el gobierno hebreo, pero, como siempre, se quedan en eso. Israel es el Estado-Banca. Nadie muerde la mano que le da de comer, y con eso queda todo dicho. No habrá condenas, ni aunque las hubiera, tampoco servirían para nada.
La creación del estado israelí, después de convencernos mediante un holocausto de que era necesario desalojar a los pobres para dar un estado a los ricos, nunca va a dejar de ser un problema. No se puede crear un estado en medio de un territorio sagrado para un montón de gente con ideas bastante diferentes.
Y, aunque está más que demostrado que la gente, no es quién tiene los problemas, y sí los gobernantes que manipulan a la gente (da igual que sea mediante la política, la religión o el fútbol) y mientras el mundo se siga alimentando del dinero, Oriente Medio, seguirá siendo un mundo en guerra.