lunes, junio 07, 2010

Bilderberg en España

Sorprendía la noticia de la reunión del Club Bilderberg en Sitges este fin de semana pasado a propios y extraños. Especialmente relevante es que sea en España, un país "azotado" por la crisis y la especulación en los mercados.
Pero ¿qué es el Club Bilderberg? Pues bien, nadie tiene ni idea de lo que es, y ellos mismos se han autodefinido (y después de leer a algunos autores como Stulin o Skalar que ha dedicado obras enteras a ayudar a difundir esta misma idea), se dice que, en este club selecto de personalidades todas ellas influyentes en la cultura, la politica, la economia, se reune una vez cada año para tratar temas que afectan Europa, EEUU y Japón. Todo ello de un modo que no trasciende nada de lo hablado ni lo concluído a la opinión pública.
Parece ser que dentro del Club existe un núcleo de personalidades que son fijas en todas las reuniones y otros que cada años varían.
A mi me parece bien que cada quien se reuna en donde mejor le parezca con quién quiera, pero, si esa reunión se hace con cargo a fondos públicos entonces, habrá que dar alguna explicación más de qué hace toda esa gente a todo lujo y en medio de unas medidas de seguridad excepcionales que salen del bolsillo de todos, por que yo no veo al señor Soros pagando la habitación del hotel y el equipo de mossos de escuadra, policías y seguratas varios que han blindado Sitges estos días.
Por otro lado, más interesantes que el propio Club existen otra serie de extraños organismos como el Council of Foreign Relations, el Instituto Tavistock, la Comisión Trilateral, o Brookings que son los órganos ejecutores de las decisiones que se tomarían en el Bilderberg y de las que poca o ninguna transparencia hay en sus acciones, a pesar de estar directamente vinculadas con la política de los estados antes citados.
Lo que sí está claro es que, a nada que indaguemos en estos temas, nos daremos cuenta que vivimos en un mundo que es una enorme cortina de humo, que detrás del humo hay "gente" que nos manipula como marionetas, el problema es que no somos capaces de ver las cuerdas y poder cortarlas.