martes, mayo 25, 2010

Negro Caribe

Asistimos incrédulos a la expansión de esa enorme mancha de petroleo de la que solo sabemos que sale por una tubería rota en el fondo del mar. Las noticias ya no muestran la desolación de las playas, la enorme cantidad de animales que aparecen muertos en las costas de Luisiana y en Los Cayos. Por desgracia, en Galicia, sabemos bastante sobre mareas negras.
También sabemos lo que es el silencio cómplice de los que gobiernan ante las atrocidades de los que tienen el petrodinero. En EEUU, el anterior presidente dejó muy claro en su herencia cual iba a ser la política con las petroleras (gremio al que él mismo pertenecía) en caso de catástrofe: pagar como máximo 75 millones de dólares. Esa es la cifra que la ley estadounidense fija para este tipo de casos.
Una cantidad irrisoria, si la comparamos con los costes de la limpieza, con el coste del medio marino, con el coste del futuro.
No van a hacer nada por tapar la fuga, por una sencilla razón. El hacerlo costará más de 75 millones de dólares, y no hay que ser muy listo para sumar dos más dos. Eso sí, en cuanto la crisis pase (es decir, el petróleo del pozo se agote) entonces Barack (el endiosado rey negro) fijará una nueva ley de catástrofe petrolera con una indemización muuuuy superior, a lo mejor incluso de 100 millones... hipócritas.