jueves, febrero 04, 2010

A la deriva

Así es como va el país. Totalmente abandonado a su suerte. Al Gobierno de España se le puede aplicar ese refrán de que a perro flaco todo le son pulgas, pero es que a este ejecutivo, las pulgas son del tamaño de un cangrejo.
Con el paro en records históricos, la solvencia de nuestra imagen internacional por los suelos, los trabajadores cabreados porque se van a morir y aún le deberán años a la Seguridad Social para poder jubilarse, la Bolsa de Madrid cae en picado, mueren soldados en Afganistán, en Davos nos ponen verdes... así las cosas, nuestro Presidente se va a desayunar con Obama y a citarle el libro de los Deuteronomios, para ver si hace entrar en una especie de catársis religiosa a sus oyentes.
Señores, creo que la gente se está cansando de tanto rollo y tanto distraer la atención con chorradas, mientras los ricos siguen siendo más ricos y los pobres no más pobres (por que ya no pueden caer más), el Mundo espera un nuevo Orden de las cosas ¿no dicen eso los conspiranoicos?
Pues va siendo hora de que lo que tenemos cambie. Alguien tendrá que dar el primer paso, ¿no? Pues seamos nosotros.