jueves, octubre 07, 2010

Y los ríos se convertirán en sangre

Pues no hay que ser muy dado a interpretaciones bíblicas para comprender que el desastre que está ocurriendo en Hungría es de proporciones del Antiguo Testamento. La rotura de una balsa de almacenamiento de residuos de minería ha inundado un tercio del país centro europeo.
La elevada alcalinidad de los residuos así como posibles compuestos que de él se desprendan hacen de ese vertido un grave problema, ya no solo para Hungría sino para todos los países a los que el vertido puede llegar a través del río Danubio.
No sé si son imaginaciones mías, pero es que no dejo de darle vueltas al accidente de la plataforma de BP, algo no me cuadra. Ahora viene este desastre que dejará zonas enteras de Europa contaminadas durante años. Y todo ello en medio de esa especie de psicosis que nos quieren crear los USA de que todos somos objetivos de esa franquicia llamada Al Qeda... eso sí, me gustaría saber "¿franquicia de quienes?". Estaremos atentos.