Mientras aquí ya no sabemos qué hacer con la cantidad de agua que nos cae del cielo, en el otro lado del mundo, en Australia, no dan abasto con los incendios. Las altas temperaturas están haciendo que sean especialmente violentos y ha muerto ya un centenar de personas.
Si hace pocos meses asociábamos al continente isla con la película recien estrenada de Nicole Kidman, ahora en la retina tenemos los descomunales incendios que la asolan. En la película sale un aborigen, un chamán de una tribu, y, en una escena, mira a su alrededor la destrucción causada por el hombre (en la película debido a la Segunda Guerra Mundial).
Pienso ahora en ese mismo jefe indio, viendo cómo se quema su Tierra. Parece que el exceso de agua que nos cae aquí está saliendo de allá.
Si hace pocos meses asociábamos al continente isla con la película recien estrenada de Nicole Kidman, ahora en la retina tenemos los descomunales incendios que la asolan. En la película sale un aborigen, un chamán de una tribu, y, en una escena, mira a su alrededor la destrucción causada por el hombre (en la película debido a la Segunda Guerra Mundial).
Pienso ahora en ese mismo jefe indio, viendo cómo se quema su Tierra. Parece que el exceso de agua que nos cae aquí está saliendo de allá.
