miércoles, febrero 13, 2008

El devenir de las cosas

Una de las cosas más reconfortantes de la vida es estar 4 años fuera y. al volver, darte cuenta que nada ha cambiado. La señora del cuarto sigue con la manía de sacudir las alfombras a las 12 de la mañana a ver a quién le toca; el del bar sigue con el café a 1.40 y las piedras siguen sin poder hablar. Y, lo que es más importante, a menos de un mes de las generales, los políticos siguen sin nada mejor que decir que la sonata de siempre cambiando tres notas: ilegalizamos a los terroristas o no, que voy a regalar 400 Euros y yo más, que si tú gobiernas peor que yo, o que no... en fin lo de siempre. El español medio está ahora bien más jodido que hace cuatro años cuando, por aquellos tiempos, el 11M sacudía España. Ahora se debate entre el desastre del ladrillo, agravado por una crisis internacional brutal y cuando todo el mundo ya sabe que lo peor vendrá ahora. Esta crisis pasará factura a ZP, pero, claro está, los PPeros solo han seguido la politica del todo no porque no. ¿Donde coloca esto al sistema democrático? Pues en donde todo el mundo ya sabe... cuando algo no funciona...