La noticia revelación de este fin de semana es la presencia en los montes de O Carballiño (para los no versados provincia de Ourense) de 1500 cazadores para dar caza a un zorro. Hasta aquí todo normal e igualado. Básicamente este tipo de concentraciones sirven para sacar de sus casillas a propios y extraños. Los primeros pertenecen al clan cazador tipical gallego que, para poder entrar en tal selecto clan se hace necesario, por lo menos, beberse una botella de ron antes de empezar la cacería para templar los nervios y mejorar la punteria. Lo segundos al tipo de ecologista militante estandar en este pais, es decir, unos que recorren el monte con caceloras armando jaleo para espantar al zorro y librarlo de un desagradable encuentro al tiempo que dejan el monte lleno de mierda desde envoltorios de chocolatinas y colillas, latas y todo tipo de deshechos propios de los ecologistas de hoy en día.
Yo, personalmente, no estoy a favor de matar zorros por que sí, pero tampoco estoy a favor de que cuatro gilipollas con carnet de ecologista vengan a dar consejos sobre medioambiente cuando no son capaces ni de pasar media hora en un monte sin estropear nada.
Y ya está.
Yo, personalmente, no estoy a favor de matar zorros por que sí, pero tampoco estoy a favor de que cuatro gilipollas con carnet de ecologista vengan a dar consejos sobre medioambiente cuando no son capaces ni de pasar media hora en un monte sin estropear nada.
Y ya está.