Lo de este mundo cada día es más una pelicula del Woody Allen que algo que camine hacia la cordura y la paz (joer que Zp me ha quedado la frase).
Ahora resulta que para morirte tienes que esperar turno. Sí, sí, como suena:
- "Lo sentimos señor pero es que nos convendía que se muriese usted el viernes para que nos dé tiempo a ver dónde lo enterramos y preparar una tumba en condiciones con unos pinos y eso..."
- "No, no, el traslado en avión se lo incluimos en el precio, claro. Si hasta Egipto."
- "¿En Ramala? No hombre en Ramala no que ahi está el tema complicado por que los vecinos protestan."
- "Que no, que hay que dejar las cosas bien atadas. ¿Usted quién prefiere que le sustituya?... ¿Su mujer!!? ¿Cómo le va a sustituir su mujer? Ah, que es la única que se entera de algo y no está comprada por los intereses extranjeros"
- "No no hay ningún Sharon en la lista de invitados. ¿Quiere que le avisemos?... Entiendo. Sí será mejor que no"
- "Bueno entonces qué, ¿quedamos para el viernes? Estupendo. Le deseamos una feliz muerte."
Y así se cierra uno de los más extraños episodios mortuorios de los últimos 100 años, con un líder medio muerto al que nadie quiere tener y que, al final de sus días, pocos son los amigos que se ha ganado y muchos los que ni han recordado su muerte.