He aqui al sufrido consumidor que después del desparrame navideño se enfrenta ahora a la no menos alentadora cuesta de enero. Que en Navidad gastamos más de lo que tenemos es un hecho que parece no tener solución, si bien, parece ser que este año la cosa no ha ido tan bien como en otros años o de eso se quejan los comerciantes y grandes áreas. Dicen que la bajada de las ventas se debe a la competencia ¿china? Yo creo que más bien se debe a que la gente no tiene un duro y que en Europa están en plena crisis y aqui, como llevamos retraso para lo bueno y para lo malo, estamos empezando a ver los indicios de los que se avecina. Sino mira los bancos que han empezado a subir el tipo de interés, por si acaso.
De otra parte tenemos ese amigo que nos visita cada uno de enero, una tradición tan arraigada como el calvo de la lotería o los mazapanes de Toledo, el IPC.
¿Qué es IPC? Ipc es eso que hace que un café cueste diez céntimos más, que el mismo café del año pasado, que el butano cueste un 12% más para que te pases a Gas Ciudad (y vuele tu casa por los aires como en Santa Pola) o que la gasolina baje (¿eh?!!)
Eso si, no todo es malo, tu sueldo también sube el IPC, a ver si con lo que sube tu sueldo también pagas todo lo que sube lo demás. Que timo señor, que timo.