lunes, agosto 09, 2004

Fulmen Gentivm

Arde Galicia, y arde por los cuatro costados. Los medios de extinción son insuficientes (aunque hubiera el doble o el triple daría igual) el problema no está ahí sino en saber quién está detrás del fuego, quién es el que se oculta tras el humo para ganar dinero. Las causas están clarisimas: Entre la herencia que nos dejó el franquismo en Galicia (aparte de ese señor que todos sabemos) está también una cosa llamada 'La Forestal', sí esos señores de todoterreno verde y que controlan nada más y nada menos que el 80% del monte de este país. Por tanto todos los beneficios de ese monte van a parar a manos que no son el pueblo. Por otro lado están los que extinguen el fuego que, estando como están contratados de forma temporal temen quedarse en la calle si no hay fuego, así que de vez en cuando se encargan de formar algo de jaleo por su cuenta. Tenemos después a los que especulan con terrenos arrasados (al estar quemados el terreno pierde gran parte de su valor) y estos aprovechan para comprar a bajo precio. Si necesitas terrenos para plantaciones la forma más fácil es quemar monte y expandir tus viñas o praderíos a costa de la cerilla. Los maderistas también hacen su agosto comprando ingentes cantidades de madera quemada por la que pagan menos aún sabiendo que ellos ganarán lo mismo al venderla (a los de ENCE les da lo mismo cómo esté la madera). Si a todo esto añadimos a los que simplemente tienen ganas de joder y los incendios por causas naturales (no sé yo como será un incendio de causas sobrenaturales...) tenemos el panorama actual. Una solución sería que parte de los beneficios de los montes se los llevase el pueblo a cambio de mantener limpios los montes y que las cuadrillas forestales de extinción tuvieran un puesto fijo todo el año en verano en la extinción y en invierno en la limpieza y conservación. Digo yo que si una vecino de una aldea se llevase un milloncete al año por mantener el monte límpio y vender las podas o cortas de forma controlada andaríamos todos limpiando el monte con los dientes y más le valdría al de la cerilla no encontrarse con ninguno de nosotros.
KunDios