Una vez que desenmarañas algo la madeja de cómo funciona el mundo, y el "quién es quién" comienza a tener sentido, ya nada es igual que antes. Te sientes sólo, porque nadie más comparte tu visión de las cosas y, aunque cada vez más gente "despierta" y es capaz de comenzar a tirar de la manta, los que llevamos ya décadas en esto, tenemos tal ventaja que incluso entre "despiertos" sentimos que están dormidos.