domingo, marzo 06, 2011

Burbuja electrónica.

Cuesta mucho, mucho trabajo creer en el espectacular crecimiento en la valoración de empresas como Twitter o FaceBook, que valen cientos de veces más que su facturación real. Empresas cuyo único campo de crecimiento es el crecer sin parar en el número de usuarios y que, como todo en Internet, tendrá fecha de caducidad, en cuanto un "nuevo" sistema llegue y los barra a todos.
Ahora mismo Facebook es una herramienta de comunicación global pero que tiene muchas pegas todavía como la feroz competencia por los usuarios existente entre otras redes sociales (a pesar de los esfuerzos de integración entre todas) o el mundo de los dispositivos móviles que parece circular en otra dirección.
Cada vez son más voces las que dicen que las redes sociales provocarán un crack bursátil comparable al de las .com en los noventa. Y, como siempre, será un crack calculado en el que los de siempre se harán más ricos a costa de quitarle el dinero a los pequeños inversores.
Me recuerda a Nueva Rumasa.